La falta de fiscalización sigue siendo el talón de Aquiles de la pesca de la Albacora en la macrozona norte de Chile, cientos de lanchas provenientes del sur recalan en sus puertos sin que haya hasta ahora una fiscalización eficiente de parte del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura.
Preocupados por la actual forma en que se desarrolla la pesca de la Albacora (Pez Espada) en el puerto pesquero de Caldera, región de Atacama, se manifestaron pescadores artesanales locales, quienes sostuvieron estar viviendo en tierra de nadie en cuanto a la fiscalización del tamaño de las redes por parte del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Sernapesca, a embarcaciones provenientes del sur.
«Ni siquiera estamos pidiendo que se les prohíba la pesca del recurso, estamos esperando que el gobierno, a través de su ente fiscalizador haga el trabajo para que se cumplan las leyes en materia de pesca. Estamos en un pueblo sin ley», señaló Elvio Martínez, presidente del Sindicato de falucheros de Caldera.
El dirigente señaló además que el director Nacional del Sernapesca, está al tanto de la situación que afecta a la macrozona norte en esta materia, sin embargo, la adopción de medidas eficientes, que eviten la sobre explotación del recurso y la caída de los precios, no se han concretado hasta el momento.
«No sabemos si la negligencia se produce en la región o es problema que viene del nivel central. Hemos sostenido varias reuniones con el director regional de Sernapesca y él dice que ha enviado los correos pertinentes, pero lejos de si se mandan los correos o no, aquí nadie está haciendo la pega», enfatizó Martinez.
Para el dirigente artesanal los verdaderos perjudicados son los pescadores artesanales de Caldera quienes ven como la pesca indiscriminada del recurso hace que bajen los precios hasta en un 100%, sobre todo para los boteros que extraen uno a dos ejemplares. «Hicieron una fiscalización donde revisaron a dos embarcaciones de Caldera y dos embarcaciones de fuera, y desde esa fecha no han venido más, fue para la foto nada más».
Y culminó, «necesitamos que la fiscalización se haga tres a cuatro veces a la semana y que no tengamos que estarles avisando. Si fuera por ellos (funcionarios), no vendrían nunca. La autoridad está al tanto de esta situación desde los talleres realizados en Taltal y Caldera, donde asistieron funcionarios del Sernapesca y aún no se han dado soluciones concretas».