Ha pasado cerca de un año desde que el Ministerio de Defensa decretó la entrega de la infraestructura portuaria a la Corporación de pescadores artesanales de Caldera, sin embargo, no ha sido entregada materialmente, situación que los mantiene sin poder diversificar sus actividades productivas y con deudas que se acumulan a la espera de algún resultado.

Los afectados, se han declarado cansados de golpear puertas para destrabar el trámite administrativo, el mismo que hoy se encuentra en las manos del Ministerio de Defensa, cuya administración debe oficiar a la gobernación marítima para su entrega definitiva.

Cabe recordar que el recinto portuario fue construido en el año 2008 para ir en ayuda del sector pesquero artesanal, que ya en esos años, clamaba por dar un mayor valor agregado a sus productos, cuestión que hoy sigue siendo imposibilitado por un mal manejo político y administrativo.

En este contexto, la Corporación interpuso recientemente un recurso de protección en contra de la Subsecretaria de la Fuerzas Armadas y la Capitanía de Puerto de Caldera por haber dejado sin efecto la entrega de las obras.

“Además, hemos oficiado a organismos como la Armada, la Dirección de Obras Portuarias (DOP), el Servicio Salud, el Servicio de Impuestos Internos (SII) y Sernapesca, sobre las irregularidades que se están dando al interior del terminal pesquero, exigiéndoles ejercer sus facultades de fiscalización en todas las normas y reglamentaciones que son pasadas a llevar, en un lugar que hoy es tierra de nadie”, declaró el presidente de la Corporación de pescadores artesanales de Caldera y director de Conapach, Miguel Ávalos.

Y agregó, “hemos considerado importante el apoyo que hemos recibido de parte de la Cámara de  Comercio y Turismo de Caldera, quienes hicieron manifiesto su malestar ante las autoridades pertinentes sobre las irregularidades que se dan en la administración de la ciudad y que se atribuye a la entrega de beneficios a grupos de personas puntuales”.

Para finalizar, el dirigente señaló que “resulta evidente la falta de voluntad política para destrabar la entrega definitiva de la concesión marítima. Llevamos 17 años esperando y aún no podemos hacer uso de las obras, para echar andar la planta de proceso, así como pagar las contribuciones y otras deudas que se acumulan a la espera de una respuesta final”.