Acusan que la baja talla del recurso es un peligro para la sustentabilidad y porque estaría provocando “enmalle” de las especies, que se traduce en contaminación y el peligro para la salud de los pescadores.

Alertas se encuentran pescadores artesanales que se desempeñan a bordo de embarcaciones de cerco en la región de Arica y Parinacota, debido al peligro sanitario que están corriendo al tener que maniobrar embarcaciones cuyas redes presentan “enmalle” del recurso anchoa, vale decir, acumulación de especies de baja talla en las redes, lo que a todas luces reviste un peligro para la la salud, así como es una amenaza para la sustentabilidad del recurso. 

Así lo relató, Sergio Lizana, presidente del Sindicato de tripulantes artesanales de cerco de Arica, quien además manifestó su preocupación por la falta de medidas oportunas de parte de las autoridades, tanto de la Subsecretaría de Pesca como del Sernapesca, a quienes se les ha advertido del problema pero que no se ha traducido en una solución de fondo.

“Lo que los pescadores artesanales estamos pidiendo es una veda del recurso hoy, porque en Enero, que es la fecha donde comienza la veda, ya habría un daño irreparable sobre el recurso y probablemente intoxicaciones u otro tipo de enfermedades producto de este hecho. De lo contrario, estamos pensando seriamente en negarnos a zarpar”, señaló el dirigente.

Y agregó, “estamos denunciando además la evidente deficiencia y manipulación de los estudios por parte del Comité Científico, cuyos parámetros  permiten la pesca del recurso aún cuando no alcanzan siquiera la talla de juvenil, situación avalada por el Comité de Manejo de la Anchoa, cuyos intereses  claramente están a favor de la industria”.

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